Kimmy, que tiene que ir de compras, deja a su amado Sushi con Monk. Monk está feliz de echarle una mano, pero en cuanto Kimmy da la espalda, Sushi, el gato irresistible, se transforma instantáneamente en una bestia salvaje y sádica, causando estragos. El gato se divierte amenazando a los peces de Monk, destrozando las cortinas y derribando todo a su paso mientras corre. Cuando Monk intenta atrapar al revoltoso, causa aún más caos, destrozando su propia sala de estar. Nuestro héroe termina totalmente fatched con el alborotador justo cuando Kimmy hace su gran entrada. Las consecuencias serán horribles...