Hay un nuevo niño en el vecindario, lo que despierta la curiosidad natural de MONK. Investiga y se encuentra cara a cara con su nuevo vecino, BUBULL, un pitbull que no es fácil a la vista. MONK se asusta y entra en pánico, pero la apariencia de BUBULL es engañosa. En realidad, es muy dulce y gentil. Sigue una serie de malentendidos donde MONK está convencido de que BUBULL es un asesino sanguinario, mientras que BUBULL persigue su pasatiempo favorito: coser. Reuniendo valor, MONK decide averiguarlo con certeza y termina completamente desalentado, alertando a BUBULL. MONK termina la noche dentro de un bote de basura, aún convencido de que BUBULL está tras él...